Departamentos pilotos, largas caminatas por la ciudad, amoríos en suburbios inhóspitos, la cotidianidad en un hospital público, un colegio tomado, unas estudiantes raptadas, el inesperado destino de una promesa futbolística. Tales son algunos de los lugares, personajes y situaciones presentes en los diez espléndidos y memorables cuentos de Niños héroes. Alejándose parcialmente del norte chileno, escenario central de sus celebradas novelas Camanchaca y Racimo, Diego Zúñiga explora en estos relatos la vida en la gran ciudad. Lo hace con un estilo sutil que se restringe en descripciones y explicaciones y que opta, en cambio, por sugerir y mostrar, abriéndole paso a la potencia de estas historias protagonizadas por niños, adolescentes y jóvenes que viven sin trabas sus afectos y desafectos, sus desesperanzas y admiraciones, sus rencores y sueños. De los narradores latinoamericanos nacidos en los 80 que conozco, Diego Zúñiga ha sido el primero en conquistar la madurez. Julián Herbert.